Terminada la coronación se entonó el tedeum, en acción de gracias. Mientras se organizaba la procesión, danzaron los seises, delante de la Virgen, cuyos trajes se estrenaban.
A las doce y veinticuatro de la mañana, un prolongado toque de atención, dado por el cornetín de órdenes de la Compañía de del Regimiento de Granada, que estaba formada frente a la Puerta de San Miguel, anunció que comenzaba a salir la procesión. A la Virgen se le tributaron honores de capitán general con mando en plaza. En el momento de esta salida comenzó un repique general de campanas de la Giralda y de todas las iglesias de Sevilla.
A las tres menos cuarto de la tarde hizo su entrada la Virgen por la Puerta de Palos, donde había también muchos carruajes particulares. La imagen antes de entrar en el templo se volvió al pueblo, siendo conducida después al trascoro.
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