Un 20 de julio de 1221 tuvo lugar la ceremonia de colocación de la primera piedra
de la Catedral de Burgos. Por lo tanto, este año se celebran los 800 años de la Catedral de Burgos. Ese nuevo templo estaba llamado a sustituir a la antigua catedral románica y convertirse en uno de los edificios más significativos de Europa.
El gran acontecimiento fue presidido por los promotores de la nueva obra. Nos referimos al obispo de Burgos, don Mauricio, y a los reyes de Castilla, Fernando III y Beatriz de Suabia. Con motivo del VIII Centenario de la Catedral de Burgos intentamos recrear cómo pudo desarrollarse esa gran celebración para la ciudad.
800 AÑOS DE LA CATEDRAL DE BURGOS
A inicios del siglo XIII, la ciudad de Burgos, la Caput Castellae, era la capital económica del reino de Castilla. Su creciente importancia y pujanza económica hizo que pronto se quedara obsoleta su catedral románica. Tanto por su incapacidad para acoger grandes masas de fieles como por su no adecuación a los nuevos gustos dominantes, se hizo necesaria su sustitución. Merecía Burgos un templo que hiciera justicia con la pujanza de la urbe destinada a jugar un papel fundamental en el devenir de Castilla.
En ese contexto, surgirá la idea de levantar una nueva catedral en Burgos.
CATEDRAL ROMÁNICA DE BURGOS
La actual catedral gótica de Burgos se levanta en el espacio ocupado anteriormente por un templo románico. La historia de la diócesis de Burgos comienza en el año 1075. Entonces se traslada la sede episcopal desde Oca a la capital del Arlanzón. Ese cambio requirió la construcción de una catedral. Para ello, se utilizó el terreno en el que se encontraba el palacio de Fernando I, ofrecido a su hijo Alfonso VI. Además se aprovechó el espacio ocupado por la iglesia de Santa María, previsiblemente aún en obras.
A finales del siglo XI concluiría la construcción de la catedral románica de Burgos. Por desgracia, son escasos los restos que nos han llegado de la misma. Así que solo podemos especular sobre cómo sería. Probablemente sería un templo de tres naves, con triple ábside en la cabecera y claustro adosado en la parte sur. La cubierta pudo ser de madera en las naves y bóveda de piedra en la cabecera. Asimismo contaría con dependencias anejas, destinadas al uso de los canónigos, y un palacio episcopal, utilizado también por los reyes.
Conocemos las advocaciones de algunos altares y capillas. El templo románico se dedicó a Santa María. La documentación menciona también altares dedicados a Santiago, San Nicolás, Santo Tomás de Canterbury y San Antonio Abad. Estas advocaciones se mantendrían en la catedral gótica.
El edificio románico pronto se quedó pequeño. La ciudad de Burgos experimentó un gran crecimiento. El Cabildo contaba ya a finales del siglo XII con treinta canónigos. El obispo Marino, adelantándose a los acontecimientos, donó a la Catedral bienes y casas contiguas para su posible ampliación. Pero para eso hubo que esperar aún unos años y...¡¡una boda real!!
BODA DE FERNANDO III Y BEATRIZ DE SUABIA
Sin duda, hay un acontecimiento que se antoja como definitivo para la construcción de una nueva catedral en Burgos. Nos referimos a la boda del rey de Castilla Fernando III el Santo y Beatriz de Suabia, hija de Felipe de Suabia, Rey de Romanos. Ofició la ceremonia el entonces obispo de Burgos, don Mauricio. A este acontecimiento, que cumplió su VIII Centenario hace dos años, dedicábamos una entrada de nuestro blog titulada VIII Centenario de la boda de Fernando III y Beatriz de Suabia.
Era el obispo Mauricio persona de confianza de Fernando III y de su madre, la reina Berenguela. De hecho, se le había encomendado la tarea de encabezar la embajada castellana hasta el imperio alemán para acompañar a la princesa Beatriz hasta Burgos. Durante el viaje de vuelta, el séquito visitó en París a Blanca de Castilla. Blanca era reina consorte de Francia y hermana de Berenguela. Durante su estancia en París, tanto el obispo Mauricio como la propia Beatriz pudieron ver cómo avanzaban las obras de la Catedral de Notre Dame. Catedral de elevadas torres y levantadas en un nuevo lenguaje arquitectónico, muy diferente al de la románica catedral burgalesa.
Finalmente, el 30 de noviembre de 1219 contrajeron matrimonio en la Catedral de Santa María de Burgos Fernando III y Beatriz de Suabia. La celebración estaría a la altura de los contrayentes. Pero es posible que con el templo no ocurriera lo mismo. A la boda asistieron miembros de la nobleza y la corte, delegados de las localidades de mayor categoría del reino, y una destacada presencia de familias poderosas de toda Castilla. Tan selecta y numerosa concurrencia no se había visto en la ciudad de Burgos.
UNA NUEVA CATEDRAL PARA BURGOS
La boda real vendría a demostrar la insuficiencia del templo románico para albergar ceremonias religiosas de esa categoría. Inmediatamente se planteará la necesidad de una nueva catedral para Burgos.
¿Se construyó la Catedral de Burgos por amor?
Hay quien dice que el proyecto de una nueva catedral para Burgos surgiría de la promesa que el monarca hizo a su esposa el mismo día de la boda. Levantar una nueva catedral mejor y más grande que el vetusto templo románico. Además acorde con el nuevo gusto arquitectónico de la época que la ya reina había tenido oportunidad de conocer a su paso por Francia, el gótico. Nunca sabremos si existió tal promesa.
Lo que sí parece claro es que en la mente del obispo Mauricio planearía ya esa idea. De hecho, hay que considerar a don Mauricio como el verdadero promotor de la nueva construcción. Seguramente por encima de las posibles promesas de amor del recién casado Fernando.
Obviamente, para don Mauricio fue clave contar con el favor y las donaciones reales. Ya en el mes de junio de 1221, los reyes donaron al obispo los pueblos de Valdemoro y Quintanilla, en la zona de Castrojeriz, y San Mamés de Fabar, en Panizares. Era una primera muestra de agradecimiento por "los muchos trabajos que este venerable padre Don Mauricio sufrió en ir y volver de Alemania de orden mia y de mi dulcísima madre á traer á mi carísima muger la reina Doña Beatriz".
Quizás sí, la boda y la mediación de la reina fue decisiva para acabar de convencer a Fernando III de la necesidad de una nueva catedral. Pero para ver que ese nuevo proyecto catedralicio llegara a plasmarse hubo que esperar casi dos años desde la boda real.
COLOCACIÓN DE LA PRIMERA PIEDRA DE UNA IGLESIA
La ceremonia de colocación de la primera piedra o piedra angular de un templo es y ha sido un acto simbólico de gran importancia para el cristianismo. El Evangelio de San Mateo (Mt 16-18) recoge "Y yo te digo que tú eres Pedro, y sobre esta roca edificaré mi iglesia". Pedro, cuyo verdadero nombre era Simón, proviene del griego petros (piedra). El cristianismo sumaría a este origen simbólico de la Iglesia, el ritual romano de colocación de la primera piedra como acto fundacional.
La ceremonia que marcaba el inicio de la construcción de un edificio religioso era realmente extraordinaria. El Ordo ad benedicandam ecclesiam menciona hasta 150 acciones en este ritual. El rito se fue configurando a lo largo de los siglos hasta culminar principalmente en el siglo XIII.
Se reconocerá la autoridad del obispo en la fundación de un templo. Su presencia directa o delegada era la principal exigencia en esta ceremonia. Esta consistía en la bendición del terreno de la nueva iglesia. Generalmente los cimientos del nuevo edificio estaban ya marcados en el suelo. También se situaba una cruz de madera en el lugar donde iba a situarse el altar. A continuación se procedía a la colocación y bendición de la primera piedra o piedra angular. Sobre esa piedra se grababa una cruz, incluyendo también, a veces, una inscripción e, incluso, reliquias.
PRIMERA PIEDRA DE LA CATEDRAL DE BURGOS
Todo acto fundacional de un templo era motivo de grandes celebraciones en el que la participación de los fieles era masiva. Y más todavía si esa nueva iglesia era una catedral de la importancia de la de Burgos.
¿Cuándo se construye la Catedral de Burgos?
Será un 20 de julio de 1221, festividad de Santa Margarita, cuando se celebró el simbólico acto de colocación de la primera piedra de la nueva catedral de Burgos. Así se recoge tanto en el Cronicón de Cardeña como en el archivo catedralicio. A esa solemne ceremonia asistieron el obispo don Mauricio (don Moriz) y el propio rey Fernando III. No faltarían tampoco a la cita la reina Beatriz de Suabia, la reina madre doña Berenguela, Alfonso de Molina, hermano del rey, cortesanos y el cabildo catedralicio al completo.
Era MCCLIX. Fué puesta la primera piedra
en Santa María de Burgos en el mes de Julio,
el dia de Santa Margarita de Burgos , é pusiéronla el
Rey Don Ferrando, é el Obispo Don Moriz.
El magno acontecimiento quedaría plasmado en el claustro alto de la Catedral. Su ángulo sudeste se decora con un conjunto escultórico de finales del siglo XIII. Representa al obispo Mauricio y al rey Fernando III, acompañados de dos figuras, una civil y otra religiosa.
Es fácil imaginar que fue un día de fiesta para la toda la ciudad. La mayoría de los burgaleses se congregarían entorno a la catedral románica para presenciar la ceremonia. Los jóvenes reyes (Fernando contaba con 20 años y Beatriz con 16) centrarían la atención de los asistentes. Sobre todo, la reina, que ya desde su llegada causó una muy buena impresión. Las crónicas la describen como nobilísima, muy sabia, pudorosa, de honestas costumbres, prudente y dulcísima.
Al acto de colocación de esa primera piedra, seguiría la colocación de una cruz de madera en el punto en que se levantaría el nuevo altar. La pertinente procesión y bendición del terreno en que levantaría la catedral se vería condicionada por la primitiva fábrica del templo románico, aún en pie en 1221.
Lugar de colocación de la primera piedra de la Catedral de Burgos
La primera piedra sería de roca caliza extraída de las canteras de Hontoria y Cubillo. Se colocó seguramente junto al ábside de la nave de la Epístola de la catedral románica. Actualmente, junto a ese simbólico lugar se levanta uno de los grandes pilares que soportan en el crucero el cimborrio de la Catedral de Burgos. En concreto, junto al pilar más próximo al coro que nos encontramos a la izquierda según accedemos por la Puerta del Sarmental. Todavía a mediados del siglo XIX persistía en ese lugar una pequeña piedra recordando el punto en que fue colocada la primera de la fábrica de la Catedral. Junto a ella se colocaron otras tres, como indicaban las cuatro estrellas que había en el pavimentos del crucero. Con la instalación en 1864 del actual suelo de mármol, esta piedra conmemorativa quedaría oculta a la vista o fue directamente suprimida.
Con este acto de colocación de la primera piedra, la idea del obispo Mauricio comenzaba a tomar forma.
LA NUEVA CATEDRAL GÓTICA DE BURGOS
Levantar una nueva catedral era un proyecto que trascendía el marco de una vida, de una generación. Suponía comenzar una obra que se podía prolongar durante siglos. De eso ya sería consciente don Mauricio cuando se embarcó en este proyecto.
Podemos considerar la construcción de la Catedral de Burgos como la primera de la Península Ibérica dentro del nuevo estilo gótico. Un estilo cuyo origen encontramos en Francia. En el reino vecino había estudiado el obispo Mauricio. Además por Francia habían pasado en 1219 el propio obispo y Beatriz de Suabia en su viaje hasta Burgos. Sin duda, allí entraría en contacto con ese estilo artístico floreciente.
¿Quiénes construyeron la Catedral de Burgos?
Serían maestros franceses los primeros maestros constructores que trabajaron en Burgos. Basta la comparación entre la Fachada de Santa María de Burgos, sin agujas (añadidas a mediados del siglo XV), con catedrales francesas como Notre Dame de París.
No nos han llegado los nombres de estos primeros maestros. Se han planteado varias opciones poco probables. Entre ellos, Johan de Champagne (citado como canónigo en 1227), el maestro Ricardo (trabajó en el Monasterio de las Huelgas) o el maestro Enrique (primer maestro conocido que trabaja en la Catedral de Burgos hacia 1240).
¿Cuánto tardó en construirse la Catedral de Burgos?
Tras la ceremonia de colocación de la primera piedra el 20 de julio de 1221, las obras avanzaron a gran velocidad. La protección regia, las indulgencias papales y las saneadas cuentas episcopales favorecieron el ritmo acelerado de las obras.
En 1230 ya se celebraba culto en el altar mayor. La consagración definitiva de la Catedral de Burgos tiene lugar en 1260. Apenas 39 años para ver culminado el sueño de don Mauricio. Su fallecimiento en 1238 le impidió llegar a verlo.
Aunque las obras no se detendrían ahí. Hasta bien avanzado el siglo XVIII se han ido añadiendo elementos a la primitiva fábrica gótica. Todo ello hasta completar la única catedral de España declarada en sí misma Patrimonio de la Humanidad.
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