Tuvo su origen en la estampa que Bernardo del Toro hizo grabar en Roma en 1630, lo que produjo una gran cantidad de imágenes en poco tiempo del nuevo Santo.
Se cree que la primera estética pudo ser en el Siglo XIV o principios del Siglo XV, en el ayuntamiento de Sevilla se encuentra un pendón Real donde se representa a San Fernando barbado, sentado, con corona y halo de santidad, y en sus manos el mundo y la espada, dicho pendón real fue restaurado en el Siglo XV por lo que se cree que dicho pendón pudo ser del Siglo XIV con la primera estética del Santo.
Será en el Siglo SXVI, como consecuencia del Cisma de Trento, cuando se prepara el camino para la fijación y difusión de la iconografía de San Fernando. En la sesión celebrada XXV del Concilio de Trento de 1563 se decreta que las imágenes y pinturas no sólo debían de instruir al pueblo, sino además excitar a adorar y amar a Dios, exigiéndose que los personajes y temas sagrados fueran representados con el máximo respeto y nobleza. Desde 1588, fecha que Sixto V restablece la tradición de celebrar los Santos, estas celebraciones se convierten en un suntuoso espectáculo para el que se crean, como muestra la de San Fernando, numerosas obras de arte que servirán para difundir y fijar las leyendas y virtudes de este Santo en concreto, los temas de sus representaciones están directamente relaciones con el nuevo espíritu de Trento.
Fuente: Libro Iconografía del Rey San Fernando en la pintura de Sevillla.
Autor: Adelaida Cintas del Bot
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