La Virgen de los Reyes es la imagen más antigua de la ciudad. Tiene más de 750 años. Se trata de una devoción tan íntima como multitudinaria. Tanto es así que, además de ser la patrona de Sevilla y de la Archidiócesis, llegó a serlo de toda Andalucía occidental, las Islas Canarias y Extremadura.
Está representada por todos lados, ya sea con una estampa, una pintura, una fotografía, una pulsera… En la ciudad, de hecho, cuenta con una plaza, calles y barrios.
Sobre ella se han realizado otras imágenes y réplicas de la Virgen como la de las Batallas, las Aguas del Salvador, San Clemente, los Sastres de San Ildefonso, el convento de San José del Carmen (Las Teresas), los Maristas, la Escuela de Cristo, el convento de Madre de Dios, la parroquia de la Concepción o el colegio de Nuestra Señora de los Reyes.
No hay un rincón donde la Virgen no esté: iglesias, escaparates, empresas, bares y comercios. Aparece también en los hogares y calles con retablos cerámicos o en la propia Semana Santa de Sevilla y toda la provincia ya sea en altares, coronadas, faldones, imágenes para la delantera de los pasos, respiraderos, varales, palios o insignias.
Pero no solo queda su devoción en esta zona, ya que se puede ver en otros puntos de España como la talla de la Virgen de los Reyes que recibe culto en Madrid, en la Colegial de San Isidro, antigua Catedral de la capital, varias poblaciones de la provincia de Sevilla y Huelva, la parroquia de San Miguel de Jerez e incluso en Bilbao.
Ésta última posee un templo dedicado a la patrona y al Santo Rey Fernando III, siendo bendecido por el obispo Casimiro Morcillo en 1956. Otros rincones destacados donde está la Virgen es en Barcelona (iglesia de Santa María de los Reyes); Calero, en la Gomera; Garachico y la isla de Hierro donde se venera como patrona, Tenerife; Laguardia (Álava); Gazeta (Vizcaya); y en en Villaseco de los Reyes de Salamanca. Asimismo, una hermandad de Granada donde la patrona de Andalucía oriental es la Virgen de las Angustias, una hermandad, la del Vía Crucis, tiene como titular a la Virgen de los Reyes.
En lo que respecta a fuera de España, la Virgen de los Reyes está presente sobre todo en América, como por ejemplo la pintura situada en la capital de Perú, en Lima, que ilustra el cartel del Día de la Virgen del 2020 que ha editado el Consejo de Cofradías.
Cuando los españoles se marcharon a América para asentarse en otras poblaciones o para gobernar, se procuró recrear a la Virgen a imagen y semejanza. Una advocación muy arraigada a la Monarquía que terminó siendo universal y de la devoción de los sevillanos.
En 1492, año del descubrimiento de América, la Virgen llegó al nuevo continente, en la evangelización del nuevo mundo, puesto que esta talla era la que mejor representaba a María. Importantes flotas como la de Cristóbal Colón, Pedrarias, Hernán Cortés, Magallanes o Menéndez de Avilés quisieron ampararse en la Virgen de los Reyes, sobre todo por ser la Valedora de la Reconquista de Sevilla en 1248
Muchas representaciones artísticas se encuentras gracias a esto en el citado continente. Embarcaciones que llevaron su nombre. Colón, por ejemplo, nombró a su principal barco como «Santa María», la titular de la Catedral de Sevilla. La propagación de la devoción contó también con el apoyo de Felipe IV. Antes de que Roma declarara al Rey Fernando III como santo, Juan Rendón y Gabriel Pérez de Chaves, comandaron las naves que hermanaban la advocación mariana a la devoción fernandina.
Por citar alguna obra de la Virgen de los Reyes en América está la de Coromoto, la
patrona de Venezuela. Llegó a este país cuando fue descubierto el continente. Corría el 8 de septiembre de 1652. A un indio de la tribu Coromoto se le apareció la Virgen y le pidió que fuese bautizado, a lo que éste aceptó. Un día más tarde se le volvió a aparecer y el indio la apuntó con un arco, lo que hizo que desapareciera, dejando un pequeño trozo de tela. El miembro de la tribu salió en su búsqueda, pero murió a causa de ser mordido por una serpiente. Así nació la devoción en este lugar de la Virgen del Coromoto.
Fuente: Pasion en Sevilla.
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