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jueves, 6 de enero de 2022

Reflexión de la Fiesta de la Epifanía del Señor.

La Fiesta de Epifanía se celebra, desde el año 380, el 6 de enero. Fue el Concilio de Nicea quien determinó que la Navidad se celebrara el 25 Diciembre y no el 6 de enero como se hacia antes y como todavía sigue haciendo la Iglesia Oriental. Desde entonces el 6 de enero quedó para el recuerdo de un dogma del nacimiento de Cristo: la Manifestación del Señor, que es lo que significa Epifanía del Señor.

El carácter de esta fiesta es desvelar un sentido teológico de la humanidad de Jesús. En él se nos revela Dios como haciéndose visible y solidario completamente con la humanidad. Nunca antes había existido ni existirá otra presencia igual ante los seres humanos; es la presencia de Dios entre nosotros de una manera inimaginable para la razón. En la Navidad, pues, contemplamos esa identidad con nuestra condición en la forma de un niño en precarias condiciones y con las necesidades de un ser indefenso; en la Epifanía más bien paramos mientes en la condición divina que posee ese ser humano.

Por lo que sabemos ya desde la Edad Media existía la costumbre de disfrazar a los niños de reyes magos y recorrer los poblados pidiendo limosnas y regalos para celebrar esta fiesta y hacerlo con golosinas muy distintas de los regalos que hoy reciben los niños del orbe cristiano. En verdad los evangelios no hablan de Reyes Magos sino de magos o adivinos y nada dicen que fueran precisamente tres. La fantasía popular sigue reinventándose muchas formas de estos personajes hasta nuestros días. Menos aún sabemos sus nombres, de los que ya S. Juan Crisóstomo cita 14 pero en algunas catacumbas aparecen tres. Un códice del siglo VII es el primero que les asigna los nombres con que hoy los conocemos. La tradición señalaba sus restos en Milán hasta una expoliación que los trasladó a la catedral de Colonia, donde se siguen visitando. Hoy nos encontramos con la proliferación de cabalgatas de los reyes en cada lugar y con la fijación en los regalos a los niños, que quizá estuviera más apropiado hacer en la fiesta de Navidad, fiesta del Niño divino.

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